Comprender las defensas en casos de lesiones en vehículos motorizados puede ayudar a los demandantes a ver el panorama general de su caso. Antes de que su Abogado de Lesiones Personales de Virginia presente su caso, es importante examinar las posibles defensas a su caso. Analizaremos tres defensas principales a las reclamaciones por lesiones en vehículos motorizados: negligencia contributiva, emergencia repentina y emergencia médica repentina, y accidente inevitable.
Abogado Especializado en Ley de Accidentes de Camiones Robert “Bob” Byrne
Negligencia Contributiva
Virginia es uno de los pocos estados que sigue la defensa conocida como “negligencia contributiva”. Bajo esta defensa legal, una parte lesionada puede ser impedida de recuperar cualquier dinero por su reclamo si incluso tuvieron un 1% de culpa en causar el incidente que causó sus lesiones. Entonces, por ejemplo, si una persona lesionada estaba conduciendo a exceso de velocidad en el momento de un choque y un jurado determina que la velocidad excesiva de la persona lesionada contribuyó al choque, el jurado puede aplicar la doctrina de la negligencia contributiva y no permitir que la parte lesionada recupere nada por sus lesiones. Esto podría ser cierto incluso si el conductor demandado tuvo un 99% de culpa en causar el choque.
Aunque esto suena duro y puede ser increíblemente duro, es importante saber que hay excepciones a esta defensa. Puede ser el caso, por ejemplo, que la parte lesionada estaba haciendo algo negligente pero que su negligencia no jugó un papel en causar el choque que ocurrió. De manera similar, Virginia reconoce una doctrina legal conocida como la “Doctrina de la Última Oportunidad Clara”. Esa doctrina legal puede ayudar a rescatar a un demandante lesionado que indudablemente contribuyó a su propio choque y lesiones. Si el demandado vio a la parte lesionada antes del choque y podría haber tomado algunas medidas para evitar el incidente pero falló, es posible que la Doctrina de la Última Oportunidad Clara pueda entrar en juego.
En cualquier caso, es importante para las partes lesionadas no evitar ver a un abogado simplemente porque están seguros de que hicieron algo para contribuir al accidente que causó sus lesiones. Puede haber una excepción legal a la negligencia contributiva que se aplica, y esa excepción puede no ser fácilmente evidente para un abogado sin experiencia.
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Emergencias Repentinas y Emergencias Médicas Repentinas
La defensa de emergencia repentina es una que surge cuando un conductor demandado afirma que el clima, las condiciones de la carretera o algo más sucedió que causó un choque que no era posible evitar. En pocas palabras, el demandado está argumentando que el choque que ocurrió fue causado por algo que no fue su propia negligencia. Esta defensa existe en Virginia, pero no es la única que se aplicará en muchos casos.
Puede parecer intuitivo que para aplicar esta doctrina, la emergencia debe ser realmente “repentina”. Pero siempre habrá debate sobre cuándo una crisis es repentina. Cualquier situación en la que un conductor sea consciente de un peligro potencial y de los peligros que se pueden esperar no será “repentina”. Además, un conductor será consciente de las condiciones y obstáculos que son razonablemente previsibles para ellos basándose en el sentido común.
Un ejemplo de una emergencia que no se consideraría repentina podría incluir el clima. Si un conductor está conduciendo durante la lluvia en una carretera mojada, sería razonable para él asumir que podría haber agua estancada que se acumula en la carretera por delante. Si él condujera hacia esa agua, perdiera el control y chocara, esto no se consideraría una emergencia repentina. Este fue en realidad una descripción de los hechos en Herr v. Wheeler, 272 Va. 310 (Va. 2006), un caso de 2006 ante la Corte Suprema de Virginia. Allí, la Corte Suprema concluyó que el agua estancada en una carretera como resultado de una tormenta es un evento común. Eso significa que un conductor no puede afirmar que perdió el control después de chocar con un charco y luego afirmar que enfrentaron una emergencia.
Una doctrina relacionada con la emergencia repentina es la doctrina de emergencia médica repentina. Bajo esta doctrina legal, un conductor demandado que causa un choque puede intentar afirmar que perdió el control de su vehículo debido a un evento médico repentino e inesperado. Basándose en la decisión de la Corte Suprema de Virginia en Hancock-Underwood v. Knight, 277 Va. 127 (Va. 2009), esta defensa requiere que un conductor demandado demuestre que un evento médico superó su capacidad para conducir su vehículo y que la condición médica fue inesperada.
Nos hemos enfrentado a la defensa de emergencia médica repentina en varios casos, y siempre la hemos derrotado. Después de investigar un poco, siempre hemos descubierto que el conductor demandado sabía que tenía una condición médica que podría causarle perder el conocimiento, o, alternativamente, que el conductor se sintió mal en los momentos previos al choque que ocurrió. Esta defensa suele surgir en casos de camiones, por lo que es importante tener un abogado experimentado y conocedor para tales casos.
Asunción del Riesgo
En ciertas acciones por lesiones personales en Virginia, como colisiones de peatones, casos de colisiones en intersecciones y otros, la defensa intentará plantear la defensa de asunción del riesgo. Esta defensa sostiene que el demandante reconoció los riesgos de participar en cierta conducta, pero aún así participó a pesar de conocer estos riesgos.
Accidentes Inevitables
Rara vez hay un accidente sin culpa, por lo que la doctrina de accidentes inevitables rara vez se aplica. Sin embargo, esta defensa sigue siendo importante de entender en caso de que se aplique a su caso. En esta defensa, la lesión ocurrió por un accidente que sucedió por casualidad y que no podría haberse evitado incluso al ejercer el debido cuidado.
Un ejemplo de esto sería un sistema de frenos que falla en un automóvil estacionado y causa que un vehículo motorizado se desplace hacia otro vehículo estacionado a pesar de que el sistema de frenos estaba activado. Si no hubo señales previas de que el sistema de frenos podría fallar, el conductor no tendría forma de saber que este accidente podría haber ocurrido. El conductor ejerció el debido cuidado al activar los frenos, pero, sin previo aviso al conductor, los frenos no funcionaron correctamente.
Recupere los daños que merece
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